Desde tiempos ancestrales, el mango fue una parte importante de la vida en La India. Era símbolo de vida y felicidad. Hoy, es considerada la fruta más popular y consumida del mundo.
Tanto que, a veces, lo llaman el rey de las frutas. Amigos: si el mango es el rey de las frutas… sin duda, el mango Champagne ¡es el rey de los mangos!
Imagínatelo: dulce, jugoso, carnoso y sedoso pues no tiene fibra. La boca se me hace agua solo de pensar en un mango maduro. Pues en Chiapas, al sur de México, se consiguieron todas estas cualidades, cruzando varios árboles de mango y logrando cultivar la variedad más rica de todas: el mango Champagne y protegido por ese nombre.
Es más pequeño que otras variedades, con una curvatura que los distingue y, cuando está maduro, tiene un intenso color amarillo muy único. La pulpa es suave, aterciopelada, sin fibra y su semilla es más pequeña.
Están de temporada entre marzo y julio y no son especialmente caros. Si los compras aun verdes, deja que maduren a temperatura ambiente para comértelos. Te aseguro que te van a enamorar. Sabrás que están maduros por su color, por el increíble aroma que desprenden y hasta por su piel. Dicen que cuando empieza a arrugarse es cuando están listos para saborear.
Además de comértelos solo como snack, en la cocina podrás usarlos de mil maneras: en ensaladas, postres, sopas, jugos, smoothies, bebidas y cócteles, incluso en aderezos y salsas para acompañar carnes y pescados y hasta en una ensalada de pasta o quinoa. Prueba con esta receta de aderezo de mango fresco y luego me cuentas.
El mango Champagnecontiene unas cinco veces más de vitamina C que otras variedades y contiene la misma enzima que tiene la papaya (lechoza) que la hace sanadora de muchísimos síntomas estomacales. Ya sabes, invítalo a tu casa, ¡El mango Champagne no muerde!