Si te preocupa lo que comes pero con frecuencia te ves en el supermercado al borde del desmayo intentando descifrar las etiquetas y sellos de los alimentos, aquí tienes unas cuantas aclaraciones
para que te conviertas en un experto a la hora de comprar o apoyar el movimiento “todo lo fresco y lo local”.
Una de las palabras más comunes hoy es “orgánico”. Son orgánicos los productos cultivados sin hormonas, antibióticos, pesticidas ni aditivos sintéticos. El resultado son alimentos sanos, seguros, naturales y con todo su sabor original, tal cual me los saboreaba de pequeña. Claro que, a menos que tú mismo cultives todo lo que consumes, es imposible saber con seguridad cuando un alimento es realmente orgánico. Pues bien, el sello “Certified Organic” nos garantiza precisamente esto.
Sin embargo, comprar con esta garantía se nota en el precio ya que, para obtener alimentos merecedores de este sello, el productor debe cumplir una serie de condiciones de cultivo que conllevan gastos adicionales que aumentan el precio final y lo pagamos nosotros.
¡Pero ojo! porque muchos alimentos que compramos en algunos supermercados conscientes del tema, mercados locales pequeños, granjas o directos del agricultor son muchas veces orgánicos sin estar certificados, pues el productor es muy pequeño como para incurrir en los gastos que conlleva la certificación. Esta suele ser una buena oportunidad para comprar alimentos orgánicos a muy buenos precios, ¡aprovéchala!
Otra palabra que seguro has visto mucho es “sostenibilidad”. Si deseas consumir de manera sostenible, desearás adquirir productos locales y en su mejor temporada. Desearás apoyar a los productores de tu ciudad o estado y fomentar la agricultura, el comercio y el empleo local. Así, comerás más fresco, más sabroso y más económico. Todo esto es sostenibilidad.
Lo ideal es que sostenible y orgánico vayan de la mano, aunque no siempre ocurre así. Por ejemplo, me puedo comer un aguacate “orgánico” de México o Perú en mi cocina de Miami. O puedo comprar en el supermercado un jugo de naranja “no orgánico” pero elaborado con naranjas locales alteradas genéticamente.