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La paprika se asocia frecuentemente con su aparición arriba del hummus, el pulpo a la parrilla al estilo español y los “deviled eggs”. Pero, ¿cuál se usa en cada uno? Aunque puedan parecer iguales, todos aportan un aroma y sabor muy distintos.

Podemos reconocer a la paprika, pero comprender verdaderamente su diversidad es otro nivel.  Es más que un adorno rojo en el plato, abarca un espectro de sabores, desde dulce y ahumado hasta robusto y sabroso, y lo único que todos comparten es que provienen de pimientos secados. Aquí te comparto un poco de información sobre los más comunes:

Pimentón común:

El pimentón que ves en todos los supermercados, que simplemente dice «Pimentón» en la etiqueta, es suave y, aunque añadirá color, el sabor será de delicado a ninguno depende de la calidad. Lo uso para el hummus, el chimichurri y para la carne molida, cuando hago empanadas argentinas. No es picante, ni ahumado. Realmente, aquí el objetivo es el color, y muy poco sabor.

Pimentón Húngaro:

No es tan común como el pimentón normal, pero si quieres conocer el verdadero, a los húngaros les encanta el pimentón. No solo es un alimento básico nacional, sino que también es una de las especias más famosas del mundo. El pimentón húngaro tradicionalmente viene en diferentes perfiles de sabor y color, que van desde delicado y dulce hasta ahumado, picante y caliente. La variedad más común y fácil de encontrar fuera de Hungría es una variedad roja brillante llamada édesnemes, que tiene un sabor picante a pimienta y un toque dulce.

Pimentón Español: dulce, agridulce o picante

Un básico de la dieta mediterránea y, por supuesto, ¡mi favorito! Etiquetado como «pimentón ahumado” o “pimentón español”, este aporta un sabor y aroma más profundo a la mesa. Los niveles de picante y dulzura en el pimentón español varían según la mezcla de pimientos utilizados, pero no esperes que sea picante en absoluto, simplemente tiene un sabor más potente o como diríamos en ingles “pungent”.

El mejor es el «Pimentón de la Vera«. Aunque no lo creas, esta combinación de chiles vienen de América Latina (Perú y Bolivia) y llegaron al monasterio en La Vera, en Cáceres, España en el siglo XVI. Jaranda, jariza, jeromín y bola son los chiles responsables de crear este fascinante polvo de alto contenido antioxidante. El proceso de ahumado al que se someten, es lento (de 10 a 15 días) y totalmente natural, luego se convierte inmediatamente en un polvo de alta calidad.

Hoy en día, este oro rojo tiene una denominación de origen protegida (DOP) en España y te aseguro que te enamorarás de él. Este es el que se utiliza para agregar color y sabor a la mayoría de los chorizos y otros productos curados en seco en España, y el que uso yo para el pulpo, los garbanzos, las papas al limón, el pollo con yogurt y hierbas y hasta para los huevos en el desayuno.

Pruébalos todos y comienza a notar la diferencia en tus recetas.