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El jamón serrano es mucho más que un acompañante en una tabla de charcutería; está lleno de sabor, puede transformar cualquier plato y su versatilidad permite disfrutarlo tanto frío como caliente, en diferentes presentaciones y combinaciones.

La forma más fácil de llevarlo a tu cocina, es comprarlo en lonchas.  Pero ojo que la calidad es un factor importante, imitaciones hay muchas y con ellas perdemos sabor y experiencia.  Siempre me fijo que el empaque lleve el sello de Consorcio del Jamón Serrano Español que nos asegura que es un producto 100% Español, con un mínimo de 24 de meses de maduración y elaborado de forma tradicional, entre muchos otros atributos. Una vez llegado a ese paso, nos vamos a la cocina.

Si lo prefieres frío

Disfrutarlo en la mañana con frutas, sobre un pan con tomate o aguacate y aceite de oliva, o al lado de unos huevos fritos, es maravilloso. Pero también puedes sumergirte a preparar un sandwich frío, montarlo sobre queso, agregarlo en tipos de canapés con vegetales o llevarlo a una ensalada o pasta fría, será un complemento perfecto.

Una experiencia crujiente

Imagina añadir tiras crujientes de jamón serrano en tu desayuno, ya sea como topping de unos huevos fritos, revueltos o dentro de una omelette, creando una explosión de sabores y texturas. Así mismo lo puedes agregar a quesos suaves, sopas y cremas. Un crujiente de jamón serrano también brilla en ensaladas, aportando un contraste perfecto con vegetales, frutas, quesos curados y aguacate.

Agrégalo a tus recetas calientes

En la cocina más tradicional, este jamón se convierte en un ingrediente esencial. Puede ser el toque perfecto para saltear papas o verduras, donde sus sabores se integran a la perfección con la dulzura de los vegetales. En pasta, empanadas, sopas o guisos, agrega profundidad, ya sea en un caldo de verduras, en un guiso de lentejas o en un suculento potaje de frijoles. De igual manera, su sabor umami puede elevar un simple plato de pasta o arroces, agregando un toque de salinidad que lo convierte en un festín.

Así que, la próxima vez que pienses en el jamón serrano, recuerda que hay muchas formas de incorporarlo en tu cocina diaria, siempre logrando ese toque especial que hace que cada bocado sea sabroso y único.