Por Doreen Colondres
¡Mi sopa favorita en el otoño! Es súper fácil de hacer, no tiene lactosa, es súper sabrosa y muy aromática. También puedes servirla como puré (más espesa) e incluso como salsa para cualquier proteína (hasta pavo o pescado) o como salsa para la pasta. Los ”leftovers” saben aún mejor, no tengas miedo de cocinar una pizca más para el almuerzo del día siguiente.
Lo que necesitas:
- 3 tazas de calabaza dulce (auyama), cortada pequeña (1 «)
- 2 tazas de caldo de pollo o verduras, natural y bajo en sodio
- 1 cebolla blanca grande, picada
- 6-8 dientes de ajo pelados
- 2 cdas de aceite de oliva extra virgen
- 3 lonchas de bacon, picado bien peq.
- 2 cdtas. de tomillo fresco (o más si lo deseas)
- 2 cdtas. de salvia fresca (o más a gusto)
- Sal y pimienta negra
En una olla pequeña a fuego medio alto, agrega el aceite, el ajo y cocina por 1 minuto hasta que el ajo se dore un poco. Luego agrega las cebollas y cocina hasta que estén tiernas y translúcidas. Agrega la calabaza, agrega el caldo, revuelve, agrega una pizca de sal, tapa y cocina a fuego lento durante 10 minutos o hasta que la calabaza esté bien tierna. Mientras tanto, cocine el bacon hasta que esté crujiente. Antes de retirarlo, agrega el tomillo, coloca en un plato con papel toalla y reserva. Con una licuadora normal o una licuadora de inmersión, muele la sopa hasta que quede suave. Prueba, sazona con sal y pimienta, si es necesario. Luego sirve y decora con el bacon arriba. Agrega la salvia y más tomillo si quieres. ¡Buen provecho!